Bizarro
Esta es la historia del encuentro impensado que me quitó el equilibrio y me llevó al suelo; quien pensaría que la casualidad tiraría los dados a mi favor, pues ni yo apostaba por mí en esos días. Estaba sentado como esperando algo que no va a suceder... Me ha costado “creer” en algunas cosas, y me he percatado de la fragilidad en los momentos; este no fue uno de ellos. Fue en esos banquitos de piedra donde se fue incubando un muy tonto, simple, puro, estúpido y gracioso momento. Curioso que no me distrajo ni las nubes de tus cachetes, ni lo soleado de tu pelo, y para ese momento la magia de tu sonrisa no hacía efecto en lo más mínimo. Ni tu modesto resplandor ni tu increíble y tan cómica estupidez, nada me gustó, nada me cegó. Fue días o semanas después que estabas impresa en mi subconsciente; relumbrando, e incluso con la luz apagada la córnea de mis ojos te veía a través de mis párpados. Y caí en el juego de tontos, y jugué con las de perder, y perdí pero sentí victo...