Desaparecer
No sé si tu, o si yo,
pero alguno de los dos lo debe hacer. No es por capricho aunque así parezca, es
para salvaguardar los escasos sentimientos que todavía quedan. Porque a cada
coñazo que te da la vida hay dos formas de responderle, con uno más duro de
regreso o quedarte tirado en el piso.
Yo a veces me canso
de pelear, a veces equivocarse, algo tan común y corriente como errar, me cae
pesado, como una biblioteca encima o como un sermón de padre. Definitivamente
lo único que me haría feliz en este momento es que salgas volando y nunca
regreses.
O mejor aún, yo coger
unas vacaciones lejos, sin teléfono, con la familia, quizás con una botella o
dos. Seguro habría playa, seguro habría música, seguro habría amigos, seguro no
estarías tú.
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