Devaneo

Porque lo interesante del poeta no es el poema sino la mujer que le sacudió los años. Lo intrigante del actor no es la puesta en escena sino la tragedia que logró ponerle ahí. Lo interesante del pintor no es lo largo y sedoso de su trazo en el lienzo, es el demonio que exorciza en cada pintura.

Pues como somos tragedia más que comedia o a lo mejor un humor negro pisando el morbo del más puritano, quizás por esto es que un corazón roto da para varias ediciones y muchas ventas. 

Como buen navegante me convertí en extranjero en mi propia tierra. Conocí tanto las penurias de Dostoievsky que olvide las mías, por un momento me creí egoísta por leer a Wilde cuando en realidad pedía prestadas escenas a escritos muertos hace años.

¿Porqué me nace la simpatía por los pobres y la empatía por problemas ajenos? problemas que como los ríos van a morir al mar. Inevitable. Problemas irresolutos de un empeñado soñador que todos los días muere y vuelve a nacer. Huevón.

Amante de las causas perdidas y de los perdidos, pues quiero a los soñadores, a los de izquierda, a los niños, a las mujeres, a los amigos, a mi intelecto, a mi perro que ya se fue, a los arboles, a los colores, a mi familia, a la utopía.

Aunque a veces siento envidia de los nuevos aristócratas, de estos “niños ricos” que juegan con mujeres, juegan con sus carros y sus amigos, que aman solo el arte por el arte e incluso aman por amar. Estos son más tontos que cualquiera, y lo mejor, es que ninguno lo sabe.

No escribo como poeta, escribo como un incoherente; con gracia. Soy el personaje insufrible que espera hacer sufrir a todos con cada verso y con cada prosa mal redactada. Quiero hacer llorar a los demás, hacer feliz a los demás. Siempre queriendo desvestirme de esta caridad enferma que me hace despreocupado de mi mismo, de este romanticismo testarudo.

Tan sencillo ser de corazón ligero, de felicidad pasajera, de juventud aprovechada, de momento en momento y solo fiel a romper las reglas, de caer en pecado para depurar el alma y curar al cuerpo bañándose en ron. 

Capricho por ahorita, querer por encimita.