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Mostrando entradas de junio, 2013

Una explosión digna de ver

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El Boom latinoamericano fue un fenómeno editorial y literario que surgió entre los años 1960 y 1970, cuando el trabajo de un grupo de novelistas latinoamericanos relativamente jóvenes fue ampliamente distribuido en todo el mundo. Este trabajo fue experimental y debido a la situación general de la América Latina en la década de 1960, también muy político. El crítico Gerald Martin escribe: «No es una exageración afirmar que el sur del continente fue conocido por dos cosas por encima de todas las demás en la década de 1960, éstas fueron, en primer lugar, la Revolución Cubana y su impacto tanto en América Latina y el Tercer Mundo en general y en segundo lugar, el auge de la literatura latinoamericana, cuyo ascenso y caída coincidió con el auge y caída de las percepciones liberales de Cuba entre 1959 y 1971». Sus principales representantes son el colombiano Gabriel García Márquez (100 años de Soledad), el argentino Julio Cortázar (Rayuela), el mexicano Carlos Fuente...

Colorín colorado

Camino, y a mí lado van todas las tildes que no puse, también esos comentarios vacíos de la gente vacía de un mundo que mas que vacío considero estéril. Los cigarros que nunca fueron mis amigos pero si les saque provecho, también van las botellas demás, oh por dios cuantas botellas demás con sus morrales llenos de melancolía. Antes pensaba que mi madre era una clase de demonio que solo vivía para martirizarme, mas equivocado no pude estar. Fue solo un día que me cayó un mundo de amor encima con todo y satélites que me sacudió todo el ser y me hizo comprender que solo quiere lo mejor para mí. Paso por un puente angosto, largo pero concurrido, veo gente pero no veo almas, lo que veo es un poco de animales bien vestidos guiados por un fulano “sentido común”. Qué triste es escribir y no vivir, que triste es vivir y no escribir. A veces me creo mejor que ellos, pero los placeres y ultrajes del mundo me llegan igual, por eso soy tan mundano como cualquiera. No salto del puente y...

Volviendo a la raiz

No eres tú, eres lo que me haces sentir. No soy yo, es lo que hago cuando estoy contigo. No puedo decir con seguridad que eres el amor de mi vida pero si mi amor del momento. Tanta poesía profunda que me hundo en las palabras y después no se que estaba diciendo. Es difícil hablar contigo y no perderme en tu expresión, es difícil tu ausencia y recordarte por una canción. ¿No sería lo mismo decirte hermosa que pintarte un paisaje con palabras? No me costaría mucho pues tu cuerpo es un paisaje mas divino que el edén. Disculpa si tambaleo en mi escritura y se me sale lo “poeta” pero de a momentos se me escapan las cursilerías. No sé porque, no sé realmente cuando ni como me envolvió la sabana de tu persona, pues no eres de aparecer y causar impresión sino de envolver y consumir. Nunca he sido bueno en aparentar indiferencia, ni a la gente que mas resiento ni a mi amigo más cercano por eso nunca me veras reír como si nada hubiera pasado. La vida es una obra que no acepta ensayo...

Vicios

Hay una forma de vida más peligrosa que la vida de cualquier adicto a la heroína, la coca o el crack. Algo que conlleva más peripecias y vericuetos que cualquier delincuente de esquina o el más armado mafioso pudiera pensar. Una actividad que ni los deportistas más extremos, ni los militares más desafortunados en las más sangrientas guerras alguna vez imaginaron podría pasar. Es un estilo de vida que unos pocos locos aceptan toque su puerta e invitan a pasar, un invitado llamado: sentir.

Te encontré

Buenos días quisiera regalarte en las mañanas, hacerte el desayuno y hacerte en la cama. Vestirnos con el mismo empeño que nos desnudamos y caminar poco a poco, como si estuviéramos aprendiendo cual primera vez. Reírnos de los demás porque odiamos las mismas cosas ¿Por qué hacerlo juntos? porque podemos. Me gusta cuando sonríes,  cuando lees y cuando escuchas, porque no eres indiferente al dolor, no lloras sin razón, no hablas por hablar ni bailas sin sentir. Eres como no soy, y a veces como quiero ser, contradicción es mi apellido; el que yo te quiero dar, fortuna es mi nombre por poderte encontrar.

Te acuso a ti

Esta carta es para ti, para ti mi inseparable demonio, que me consume a mí y a todos los que me rodean. No perdonas y ni a la flor cuando por fin emerge y nos muestra su belleza, no perdonas ni a la roca ni al firme suelo que consumes en tus mandíbulas como si fueran de papel, no perdonas ni los bosques ni los ríos, pues los erosionas y secas, o al menos los deformas por tu capricho de pasar. No perdonas, pues no le debes nada a nadie, ni si quiera a Dios. Incluso a él transformas en tu transcurrir, le cambias la forma, la cara y hasta el nombre. Los detalles que más amo de mi casa, como el color del frente, la grama verde y los doblados chaguaramos de mi entrada, se ven cada vez más cambiados. A veces te aprecio pues vales mucho, o yo te hago valer, o quizás los demás te ponen ese precio tan alto y me condenan cuando te pierdo. Indudablemente te vuelvo a encontrar, ahí en mi cuarto cuando estoy pensando, sentado mientras como, en mi pc cuando ando ocioso, incluso ahora cuando...

Poema sin nombre

Puede ser a mi madre que aprecio mucho por aguantarme, pues me hago más insoportable e irreverente cada día que pasa. Puede ser a mi padre quien me falló; se reivindicó y volvió a fallar, él que me enseño que nadie es perfecto porque la continuidad en los seres humanos no existe. Puede ser para mi novia, la que no tengo y quisiera para poder compartir lo poco que no le digo a mis amigos y solo ella que es "mi otra mitad" entiende. Quizás es para mi mejor amigo, ese mejor amigo que tengo tiempo sin ver, que necesito para conversar, comer, jugar, sentarnos en la PC y preguntarnos "Marico ¿Que vamos a hacer?". Tal vez es para mis hermanos. Uno más lejos que el otro, pero siempre en el recuerdo pues en la niñez nos formamos, nos caímos y levantamos, compartimos música, cuentos y estupideces que nos llevaron al camino que transitamos hoy y quizá mañana. O es a mi perro que quise mucho, me arrepiento de no haber abrazado más porque apestaba como ninguno y aho...

Melancolía

Quiero tus manos, atravesar dedos con dedos y que agarradas descansen tus palmas en las mías. La calidez de tus manos que me llenaban el alma como la lluvia al cauce de un río. Siento tu mirada en mi, siento cosas buenas sin saber si quiera si en realidad me miras. Ahora tengo tus manos así que no importa, agarrados somos niños en el parque. Las tomo con todo el cariño que una vez te tuve; con todo el recelo que hay en el mundo pues no sé hasta cuándo serán mías.  Ahora no importa mucho pensar sino sentir, y en los vacíos de tus dedos confluyen los míos. ¿Me quieres igual que antes? No lo sé, sin pensar me río, por dentro preguntándome si tu corazón es mío.

Ladrona de pensamientos

Que entras a mi mente al azar, mientras estudio, cuando como o me voy a bañar. Quiero dormir y ahí estás tú, tan linda y tan fastidiosa que interrumpes mi sueño y mi prosa. Quiero alejarme de ti pero tú insistes en que juguemos, y mientras nos divertimos y vemos, más me quiero ir. Justo ahora pienso en ti, justo cuando escribo, y es que me hace sentir vivo el escaso recuerdo de ti. No es fácil echarte de mi casa porque está llena de tus corotos, uno encima de otro los quiero fuera de aquí. Ahora salgo de casa y dibujo, sentado estando en mi porche, hasta ahora no hay rastro de ti, solo el sonido de coches que pasan frente a mi casa en esta calurosa noche. Gozo de un poco de paz al igual que un plato de comida, y es que disfruto la vida cuando no estás aquí. Irónico cuando apareces, porque gozo de tu compañía, y el engaño que yo mismo me hacía retumba como risa cruel. No es mi deseo herirte, al menos eso es lo que creo. Reposando estoy ahora mientras hago el remedo que “leo...

La misma balanza

En estos días de equidad, paz, tranquilidad y armonía política, entre uno de los tantos pedidos del pueblo está la justicia. Ahora justicia es (según Wikipedia) “La concepción que cada época y civilización tiene acerca del sentido de sus normas jurídicas. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones. Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas, un fundamento formal”. Ahora las instituciones, las leyes y los fundamentos son la expresión final, la materialización de un beneficio social a causa de repetidas guerras y conflictos sangrientos, catastróficos y de proporciones tan extensas que han contribuido a extinguir a casi 1 cuarto de la población de las naciones implicadas, tanto en guerras civiles como en guerras mundiales....

Distractores

La capacidad o las aptitudes del ser que se expresan y llegan a cambiar o formar la realidad de los demás es lo que llaman “Talento”. De este don divino han contado los grandes hombres y mujeres que han moldeado la historia. Personas que escriben, pintan, dibujan, construyen, piensan, forman y reforman los modos de vivir causando un terremoto psico-social en las masas. Desde la época precolombina hasta el renacimiento, pasando por la edad media, la era industrial, la modernidad, la post modernidad. De Rusia a España, de Colombia a Brasil, Francia, Alemania, Japón, Austria, China, Taiwán, Perú, Polonia, Venezuela… Sin importar espacio o el tiempo hoy en día podemos ver en la partitura de la historia los nombres de Lenin, Mandela, Dostoievski, Bolívar, Túpac Amaru, Rafael, Goethe, Rembrandt, Miranda, Freud, Sandino, Marx, Borges, Mozart, Bonaparte, Miguel Ángel y la lista es más larga que la caída del Salto Ángel así que me detendré aquí. Solo en retrospectiva podemos apreci...

Un ratico

Pero imagina que no hubiera política, que el hambre es un mito, que las personas escuchan antes de ver y así no habrían prejuicios, imagínate que el dinero no existe por ende no hay ni ricos ni pobres, solo iguales. Es esa pincelada de mentira que uno se quiere creer, que te mojonea y arropa la realidad un ratico.

Convivo con el

En la incesante contradicción que es mí día a día pocos aspectos son firmes o definidos. Uno de los pocos; y más importantes, creo que es el odio como motor o combustible de mis acciones. En torno a él gira mi razón y mi voluntad, de ahí nace todo lo bueno y lo malo que hice, he hecho y espero hacer. El odio como sentimiento, el odio como forma de vida, el odio como un compañero que me abraza cuando estoy solo y pensando de mas. A veces como una sombra y creo que sin querer odio incluso a los que amo. Por irracional que suene así es, y nosotros como humanos no podemos estar exentos de ironía o paradoja y mucho menos llegar a estados “perfectos” y regulados de emotividad. No quiero sonar seco ni clínico en mi tratado, pero el odio a veces se convierte en una calma aterradora, en convicción, en meta y en acción. Si a veces escribo es por eso, si salgo a correr también es por eso. Dicen que no hay mejor venganza que el éxito y por eso quizá siempre sublimo el torrente de resentim...

¿Amor?

¿Quién dibuja la línea entre el amor y el odio? ¿Es una línea o una frontera tan traspasable como la de cualquier país? Con un pasaporte al cual le he puesto tu nombre voy y vengo entre dos naciones que a primera vista parecen distintas, y después me acuerdo que son parte de la misma esfera. Quien es persona es contradicción, quien está loco está enamorado, quien ama, odia, y por fin me di cuenta de que te odio. Te odio cuando no estás conmigo, ni siquiera en mi pensamiento te tengo. El odio no es villano como el amor no es héroe, son simples abstracciones que queremos creer. Creo que tu nombre lleva la cantidad de maldiciones que yo le he puesto encima por unos efímeros momentos de celos, creo que te hago llorar porque hacerte feliz me hace miserable. Creo; y esto es solo una suposición, que solo sería completamente feliz si nadie en el mundo pudiera tenerte, ni siquiera yo. Te disfruto, pues eres alimento para mi mente y mi alma, así como yo soy alimento para tu cuerpo. ...

El viajero

Erase una vez un planeta llamado "Kaza". Kaza era cuadrado, con gente cuadrada, de carros y edificios cuadrados. Papeleras cuadradas donde la gente tiraba basura, basura que no podía reciclarse, basura cuadrada. En el planeta Kaza había una caja, una caja con luces, una caja que decía mucho pero yo no entendía nada. Esta llenaba a todos de ideas vagas, y esta gente hablaba conmigo palabras cónsonas, con una dicción y precisión increíbles. Esto fue lo más triste de mi viaje, tanto pedalear de estrella a estrella para llegar a Kaza y encontrar gente de pensamiento cuadrado. Para mi sorpresa; ya apabullado de figuras geométricas de carácter escaque, encontré un niño de cabeza redonda entre tanto juego de tetris. Me acerque al niño ¿O él se acerco a mi? No lo sé, de verdad fue tan diáfano el momento y tan casual la conversa que no me acuerdo como empezó. El niño me dijo que el problema de la gente era la cobardía, que ellos no habían nacido como había nacido el. Lluvia toca el ...

Frío

El frío de la palabra puede ser abismal y mucho más cuando no se pronuncia. El no decir es duro, gélido, algunos dirían que tenebroso pues no es muy difícil sentirse distante y estar sentado al lado tuyo. No escupiré palabras vagas para hacerte sentir mal pero el sentir como clavas el silencio en mi pecho empieza a volverse incómodo. Plastilina, sí, eso es, plastilina es con lo que juegas. Lo ves, lo analizas, luego sin mesura lo agarras y lo tiras pa’ allá y pa’ acá hasta que este deforme. No importa, igualito vas, lo tomas en tus manos manchadas y le das vuelticas, como haciendo una arepa haces la plastilina. No hace falta decir que la plastilina no soy yo, es cualquiera, pues yo soy variable mientras tu perenne, incómodamente perenne. Tiempo al tiempo y el amor al alma que es más que alimento, pues el amor forma, moldea, igual deshace. Yo inmóvil, frío, sin forma, sediento de esas palabras presas en tu boca esperando libertad. Mientras en mi mente estoy de vacaciones, comi...

Tengo Suerte

La tengo, si, y de eso estoy seguro. No suerte por conocerte, lo cual fue fortuito, no suerte por tenerte, que no es más que un merito. Tengo suerte porque te fuiste, y el verte caminar lejos de mi me hizo chocar contra el suelo como un astronauta cae de la luna. Aprendí a valorarte a ti, a mí y a las mujeres. Aprendí a disfrutar con mis amigos que tanto había descuidado, aprendí a querer lo que siempre estuvo ahí pero antes no aprecie, o mejor dicho, me rehabilite de mis percepciones y lo que ya yo quería, pues lo volví a ver, a escuchar y a sentir. Había olvidado lo sabroso de un marrón en la mañana, de leer en la tardes con ese mismo marrón que olvide terminar en la mañana. De hablar con mi mamá, de escuchar música en una isla donde no existen vecinos que griten “BAJALEEE”. De abrazar a mis amistades, no por costumbre o por mi extraño pero válido temor de que se me vayan a escapar, sino por ese gusto y la calidez de sentir a un amigo cerca. Caí, me levante, recaí, me re...

Me dedicare a escribir para los ciegos, porque ellos no verán las letras, sentirán las emociones.

¿Sexo? ¡Llame Ya!

Otra de las infortunadas (algunos dirán ventajosas) costumbres que nos trajo este “paradigma” del post-modernismo es él; llamado así por Vargas Llosa, sexo frío. Como el dinero que debería ganarse por trabajo y funcionar como una herramienta para cubrir las necesidades básicas del ser humano, este se convirtió en una mercancía por sí mismo, de ahí la usura, el interés, la adoración a la moneda, entre otras enfermedades económicas que causan el desenfreno por el medio sin pensar en su función. Pues el caso del sexo no es diferente. Lo que se dice es una “necesidad fisiológica” o la acción de “extender la progenie” acto que lo hace especial el hecho de la emotividad, esa subjetividad humana que convierte el trance sexual en un instante en el que dos personas se pierden en sí mismas, donde confluyen deseos, pensamientos, caricias, sentimientos y demás delirios idílicos del amor; Ha quedado reducido a menos que eso. Ni para extender la progenie, ni para manifestar el...

Soy de piedra

Una piedra es aparentemente lo más duro y frío; bueno, más duro que frío que alguien pueda tropezar. Algunos se hacen llamar “Hombres y Mujeres de Piedra” pues no tienen cabida a esos terremotos del corazón y del alma, esos infames de nombre “sentimientos”. Poco es lo que alguien sin sentimientos puede aportar al vaivén de la cotidianidad, ni si quiera un poco de calamidad y desastre a la agobiante rutina de la semana. Pasan los días y la lumpen despierta, come, se baña, se viste, sale y va a la escuela, la universidad o el trabajo. Luego de una laboriosa pero anticipada jornada, se vuelve por donde vinieron a sus casas, cansados de una rutinaria cuadricula de tiempo, esa que llaman “Lunes”. Esa que repetirán martes, miércoles y jueves hasta el ansiado viernes o sábado claro está. Todo con la precisión de un reloj suizo; estos individuos se bañan y vanaglorian en un automatismo  solo comparable al de la más nueva computadora, sin embargo, todo esto es aceptable, normal, in...

Desaparecer

No sé si tu, o si yo, pero alguno de los dos lo debe hacer. No es por capricho aunque así parezca, es para salvaguardar los escasos sentimientos que todavía quedan. Porque a cada coñazo que te da la vida hay dos formas de responderle, con uno más duro de regreso o quedarte tirado en el piso. Yo a veces me canso de pelear, a veces equivocarse, algo tan común y corriente como errar, me cae pesado, como una biblioteca encima o como un sermón de padre. Definitivamente lo único que me haría feliz en este momento es que salgas volando y nunca regreses. O mejor aún, yo coger unas vacaciones lejos, sin teléfono, con la familia, quizás con una botella o dos. Seguro habría playa, seguro habría música, seguro habría amigos, seguro no estarías tú.

Desordenada realidad

Tu en tu absurda e impenetrable burbuja que tan imposible la veo, tan real es para ti. En tu imaginario donde la naturaleza es bella, pues no lo es, solo es bella para aquel que tiene suficiente dinero para perder; o mejor dicho, para ganar tiempo, porque a palabras de José Luis Sampedro “El tiempo no es oro, el oro no vale nada. El tiempo es vida”. Tú, que en él solo caminar embelesas hasta al más escéptico de la estética femenina, pues rayas en la divinidad. Tu piel perfecta, de un suave color canela que atrae miradas y pensamientos ambiguos. No es sencillo verte y no ponerse imaginar los escenarios más impuros de  la cama o de cualquier lado donde pueden compenetrarse dos personas. La silueta, tus curvas, tus caderas, tus piernas. Tus caderas, tu silueta, las piernas, tus curvas. Perdido te veo en todas direcciones, luego subo y debo hacer parada en tus labios, pues sin que me quede nada por dentro caería en delirio solo acercarme a ellos. Dios ojalá no los haga míos p...