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Mostrando entradas de agosto, 2013

Una muy tonta historia de amor

Y mientras te ríes del último chiste que he practicado mil veces, veo y estudio tu sonrisa, estoy calculando que tan lejos caeré después de tirarme en el tobogán de tus dientes. Estoy apuntado a la punta de tu lengua, mientras que la música de fondo me obliga a robarte un beso y mis emociones su funden con el orgasmo del atardecer en una pintura que dice mas de ti que de mí. Y mientras yo pensaba por allá lejos, encima de los planetas y dando vueltas con el principito en una bicicleta de 60 ruedas, tú me ves con esa mueca de encanto que le tumba la cara larga a la muerte y le prende el rostro a la luna. Que fortuna tu expresión de tonta y tu risita espontanea, tus planetas oculares, negritos y espesos, y yo hablo de ti sin que tú te des cuenta, como quien no quiere la cosa. Más temprano que tarde nos llenamos los vacíos y ya yo te robé un beso, y en el complejo proceso, negaste que te gustara, pero en el brillo de tus planetas vi el reflejo del “no” peleando con un “si”. ...

Estúpido

Iré vestido con mi mejor sonrisa, te convenceré, te robare tus mejores momentos, tus sueños y esperanzas, tu realidad con todo y tus amigos, las pizzas, los juegos en la calle y las noches de hablar, hablar, hablar… Y, en ese momento en el que te tenga en mis manos y crea que eres mía, no habrá vuelta atrás, me habré enamorado de ti.

Una historia corta para un cuento largo

Si eres un "ser humano" probablemente caíste en ese enredado juego de palabras o tira y encoge que antes llamaban “cortejar” y hoy en día es “echar los perros”. Si alguna vez durante ese juego te sentiste abatido, con mucha pena, cansado, con ganas de seguir y a la vez no, puedo decirte que vas por buen camino. Si alguna vez te sientes agotado y con ganas de renunciar, solo ten en cuenta que los indios veían el oro como el sudor del sol, quien en su búsqueda de amor pasó millones de años intentando enamorar a la luna. La plata; bueno... la plata es las muchas lágrimas que la luna llora por nunca encontrar su sol. Y aun así, la historia de amor infinito sigue con optimismo, y sigue…

Serendipia

Muchos lloran por el amor, cuando el amor no llora por nadie, solo ama. Gente que muere de amor y busca su otra mitad en una aventura parecida a juntar las caras opuestas de un dado que forman parte del mismo cubito pero jamás se encuentran. Estamos en constante búsqueda de orden, de tener un trabajo estable, de ir todos los días a la misma hora al colegio o a la universidad, y al final ¿Pa’ que tanto orden si el amor se encuentra por accidente? Si es que se encuentra porque ya yo tengo mis dudas. Es más fácil dejar que el amor fluya en uno, de los más sencillo, en cuadros, en cartas, en dibujos, en abrazos, en ver por la ventana a las 3:30 de la tarde el manto amarillo pollito del sol, si, pollito aunque la palabra de risa. Es mejor caminar lento y empezar a observar las caras de las personas que nunca dimos importancia, decir “buenos días” de vez en cuando y enmarañarlo en una sonrisa. Y de cuando en cuando reírse pero con ganas, ríete, y cuando alguien se tropiece, para de reí...

Hilos

Los hilos invisibles que me unen a ti cada vez se tensan más y tengo miedo de dar el último paso, ese paso que dejara caer a un abismo mi pasado. Mi pasado, con lo bueno, lo malo, lo feo de la verdad, una verdad taladrante, inquieta, que rebota en mi cabeza. Y el cielo se oscurece, y el gris me envuelve, la lluvia cae enojada a chaparrones, como piedras angulosas que no me matan pero me martirizan. Y suenan ¡PAH! Y entonces muchas caen. ¡PAH! ¡PAH! ¡PAH! ¡PAH! ¡PAH! Y yo corro de lado a lado ¡PAH! ¡PAH! ¡PAH! ¡PAH! Hasta que un silencio abrumador se apodera de la habitación. Tú que ves estas letras, voltea. ¿Volteaste? Si te pregunto que hay allí detrás tuyo, tu dirías “Nada”. Pues allí estoy, en la calma infinita, la culpa encima de mí como niño molesto preguntando ¿Por qué lo hiciste? Y simplemente molesto contigo y conmigo, penitente, arrepentido porque te solté. Caíste en mi profundo olvido. Kilómetros de caída a un baúl más etéreo que mis r...

Carta para nadie

Para nadie que le interese, porque en los días que corren a nadie le interesa, para nadie que le importe el medio ambiente, o el cuarto de ambiente, o lo que nos quede. Por esos que piensan que milagrosamente el calentamiento global va a desaparecer y no hay que poner de nuestra parte y reciclar porque “tranquilo, el mundo no se acaba hasta dentro de 100 años, y a la final, yo me habré muerto”. Carta para nadie que le importe el amor, y es así, ya a nadie le importa. La gente importante que hace cosas importantísimas por un mundo que no les importa ya se olvidaron del amor, y es que en su afán hasta se olvidaron del sexo, ya la cuestión es “si hay chance” y si se hace es por 5 minutos porque “qué pena nos agarren en el baño” o porque “tengo que irme ya, me están esperando”. Para nadie que le importen sus hijos, la escuela se encarga de educarlos, los padres de comprarle juguetes, muy caros y bonitos juguetes de plástico que pasan por la televisión, la madre televisión que al f...