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Teoría de mi hábito

Mi origen, ¿Qué fue primero, la ansiedad o la depresión? el significado de la pregunta está aquí escrito, pero tu no sientes la aplastante soledad o la enorme tristeza. Las palabras significan pero no son significado, casi 30 años me ha costado entender esto. El origen de palabra es lo que importa, como martillo que pisa el clavo el origen es obvio. Empezar por el principio es obviado y terminar lo que empecé es inevitable. De niño jugaba escondite en los bloques de Villa Central, entre bloque y bloque habían unos muritos de máximo medio metro que saltaba y me encogía cabeza baja, brazos rodeaban las rodillas mientras escondido detrás del ayer, siempre detrás, cual niño tras la pared jugando a las escondidas, crecí y aún me escondo, detrás del texto, de la foto, de ella. El espacio en blanco en el cual habitan mis pensamientos flotan y se entrecruzan como en un mar de mierda o botes a la deriva que vienen y van sin pasajeros ni carga pero pesados y quejumbrosos andan como Kevin por su ...

Perdón Soledad

Perdón por hacerte creer lo que nadie creería aunque nadie hace nada para creer, el que quiere va a creer. Perdón por hacer, por no escucharte, por pasarte por encima con mi voluntad. Perdón como costumbre, como buscando redención con falsos santos.  

Caos chiquito

Caos, chiquito, chico, pequeño. Caos, constante, perenne, ladilla. Caos, falso, transitorio, triste. No hay caos mientras no haya esperanza. Fluye. 

Juega

Da tu opinión sin juzgar, trabaja duro, se amable, se implacable contigo mismo: implacable en conocerte implacable en variar implacable en quererte implacable en crear En exigirte, perdonarte y continuar, si llevas puntaje quien quita que lo puedas lograr.

No dormí

Todos los días se sufre todos los días la cagas todos los días se aprende todos los días se gana todos los días te ríes Recordar, divertirse, elogiar, dejar fluir, lo normal ¿Quién a la inocencia le hizo mal? Tú ¿Yo? No eres menos que los demás, eres lo que repites, la voz de tu mamá. Aspiro la honestidad como placa, ser humilde y gustar, coger, beber, creer, bailar.

La ira y yo.

Tengo ganas terribles de terminar esto, dios, que tedioso es escucharte una y otra vez, sobre lo mismo, los pequeños detalles del arte que no te gustaron, reiterar por cuadragésima vez que “así no es” como si tus ojos fuesen los de Leonardo DaVinci, capaces de crear y apreciar arte que perdurará milenios. Tengo ganas terribles de patearme yo mismo en las bolas a ver si despierto de esta pesadilla auto-inducida en la que siempre pienso, edito, pienso, edito, pienso, me auto-censuro, edito, censuro, pienso, luego de 20 minutos de esta tediosa y terrible costumbre cojo mis testículos en mano y digo: COÑO, HASTA CUANDO; a veces te toca jalarte por las orejas a ti mismo antes que venga una zorra cualquiera a "ponerte en tu lugar". Lo más oscuro de mi ser es lo más brillante, mi sonrisa, que esconde entre cada diente, aprisionadas como en el fondo de las fosas marianas, miles sino millones de palabras que nunca dije, mis intenciones estaban seguras, el que no estaba segur...

Te detesto

Te detesto, no sabes como ni CUANTO te detesto. Espejo de imperfecciones, exacto como un mapa para encontrar mis muy escondidas inseguridades, con ese poder que tienes para sutilmente despertar la voz en la esquina de mi cabeza que me exige cargar al mundo en mis hombros cuando difícilmente cargo con mis pesares. Pesa como nada esa maldita voz, maldita tu, con tu maldita manera de recordar hasta el más mínimo detalle que omití hace 3 días y 6 meses cuando quedamos vernos a las 4 pm y yo llegué a las 5:30 pm un poco ebrio y cansado. Pero no, tu con tu memoria de computadora le das vuelta a la misma situación, repasas la misma herida que te hice, que me hice, que nos hicimos por andar jugando con fuego como niños sin padres, como perros sin dueño. De verdad, lo detesto, por dar mi palabra y no cumplir, porque el tiempo de los demás es mi arena de juego, con ello me divierto como no tienes idea pero cuando el reloj llega a la fecha límite el peso de la realidad cae sobre mí como c...